Hace tiempo leímos un cuento titulado "Mi bici nueva" escrito por un amigo de Sandra, Guillermo García Muriel. Nos gustó mucho porque nos hizo pensar en la avaricia y la importancia de las cosas.El cuento es el siguiente:
Erase una vez un pueblo pesquero en el que vivían un montón de pescadores. El trabajo era duro y peligroso ya que podían sufrir temporales en mar adentro. Los pescadores se separaban de sus familias durante algunos meses, pero por suerte todos ellos regresaban sanos y salvos de sus largos viajes.
Luis y Diego eran muy buenos amigos, cenaban juntos todos los días y después de cenar se iban a jugar a la playa a tirar piedras planas para que saltasen en el agua como las ranas. Sus familias eran muy diferentes, la de Luis se dedicaba a vender lotería y el padre de Diego era pescador.
Un día el padre de Diego junto con otros compañeros salieron a pescar. Diego durante los días que no estaba su padre, estaba tan triste que no le apetecía jugar con su amigo.
Una noche, Luis vio una estrella fugaz y pidió un deseo: “una bici nueva”, pero Diego no la vio y no pudo pedir deseo. Luis se alegraba porque pensaba que si solo uno de ellos pedía el deseo se le cumpliría.
Llegó un día en el que los barcos de pescadores volvieron pero el barco en el que iba el padre de Diego con sus tres compañeros no regresó. Estuvieron días y días esperándoles en el puerto, una de esas noches Luis fue a la playa y al ver una estrella fugaz pidió un deseo: “una bici nueva” pero la estrella cayó del cielo y él se dio cuenta de que los deseos que se piden para uno mismo no se cumplen. Entonces al día siguiente vio otra estrella y junto con la familia de Diego pidieron un deseo, ese deseo se hizo realidad ese mismo día, cuando vieron entrar el barco del padre de Diego al puerto. Montaron una gran fiesta y Luis dejó de ser tan avaricioso y entendió cuales son las cosas importantes, le regaló a su amigo Diego un disfraz que tenía repetido del zorro y que sabía que a su amigo le encantaba.
Luis y Diego eran muy buenos amigos, cenaban juntos todos los días y después de cenar se iban a jugar a la playa a tirar piedras planas para que saltasen en el agua como las ranas. Sus familias eran muy diferentes, la de Luis se dedicaba a vender lotería y el padre de Diego era pescador.
Un día el padre de Diego junto con otros compañeros salieron a pescar. Diego durante los días que no estaba su padre, estaba tan triste que no le apetecía jugar con su amigo.
Una noche, Luis vio una estrella fugaz y pidió un deseo: “una bici nueva”, pero Diego no la vio y no pudo pedir deseo. Luis se alegraba porque pensaba que si solo uno de ellos pedía el deseo se le cumpliría.
Llegó un día en el que los barcos de pescadores volvieron pero el barco en el que iba el padre de Diego con sus tres compañeros no regresó. Estuvieron días y días esperándoles en el puerto, una de esas noches Luis fue a la playa y al ver una estrella fugaz pidió un deseo: “una bici nueva” pero la estrella cayó del cielo y él se dio cuenta de que los deseos que se piden para uno mismo no se cumplen. Entonces al día siguiente vio otra estrella y junto con la familia de Diego pidieron un deseo, ese deseo se hizo realidad ese mismo día, cuando vieron entrar el barco del padre de Diego al puerto. Montaron una gran fiesta y Luis dejó de ser tan avaricioso y entendió cuales son las cosas importantes, le regaló a su amigo Diego un disfraz que tenía repetido del zorro y que sabía que a su amigo le encantaba.
Hemos hecho un dibujo del cuento y también hemos sacado la moraleja.
Me alegra que os gustase el cuento, me han encantado vuestros dibujos!!! Un saludo para l@s alumn@s de 5ºB.
ResponderEliminarFdo.: Guillermo García Muriel
Que bien que te hayan gustado los dibujos, ya hemos visto que tienes más cuentos e historias, ¿nos recomiendas alguno?.
EliminarUn beso desde Corrales